@VictoriaMus ----->
Hoy nos convoca la historia de un tenor chileno,
conocido como León de la Guardia, oriundo de Villa Alemana y hoy ciudadano del
mundo de la música, que junto a su gemelo, premiado seleccionado nacional de balonmano,
deciden tomar en sus propias manos el camino de sus sueños, y hoy radicados en
Europa son fiel ejemplo de cuando el querer, se convierte en poder. Yo conocí
un día la historia de ellos por un programa de Canal 13 que seguía a chilenos
por el mundo que se llamaba “Voy y Vuelvo”, y nunca olvidaré el impacto que me
causó el reportaje, que era una suerte de documental del camino que tuvieron
que seguir estos hermanos para llegar dónde están, un
camino que nunca fue fácil, porque aparte de lidiar con los temores propios, le
dieron batalla al mundo entero para lograr sus metas. En esa ocasión contaron
de principio a fin esta historia que muestra cómo se puede sobrellevar la
elección de una vida que se basa en los ideales,que se enfrenta a todo contra
viento y marea, contra los prejuicios y la presión social, porque eliges
salirte del marco, del molde que parece que todos tuviéramos trazado incluso antes
de nacer. Recuerdo que esa vez me emocioné hasta llorar, y luego les escribí a
los dos por Facebook, para darles las gracias por el mensaje que entregaron con
tanta claridad, apertura y sinceridad, ese mensaje que muchos de los que luchan
se guardan, pero es un gesto generoso compartirlo, ese mensaje de que nada es
imposible cuando el espíritu humano se para en el mundo con el único objetivo
de alcanzar un lugar, tocar una estrella, una nube y siempre seguiravanzando, no
parar nunca, no cesar la lucha que es la vida misma, porque escoger vivir un
sueño es la búsqueda dela perfección; es de valientes atreverse a hacer lo que
la voz interior grita.
Es así que este artista e intérprete lírico tenor,
como el más grande entre grandes, se abre paso en los más destacadosescenarios
de Europa y del resto del mundo, sin ponerle techo a su visión, sin trazar
límites hasta los cuales llegar.
Victoria: ¿A qué
edad te das cuenta que el canto es el camino que quieres seguir y sobre todo,
que es el canto lírico la disciplina que te interesa desarrollar?
León de la Guardia: Fue algo
tarde, ya que pasé larga parte de mi adolescencia jugando balonmano. Luego
cuando ya tenía 17 años decidí finalmente entrar al conservatorio a estudiar
canto lírico, lo hice porque de alguna forma el balonmano no estaba en sintonía
con una parte mucho más arraigada en mi, que era evidentemente la artística. La
influencia directa que me impulso a estudiar canto lírico fue mi hermana
Mariselle Martínez, una de las más grandes mezzo-sopranos chilenas. Ella fue un
referente para mí pues en ella descubrí en cierta forma, el reflejo de mí
mismo. Ella además ha sido una consejera constante en todo mi camino como
cantante.
V: Cuéntame un poco de tu
infancia: a qué colegio fuiste, cuáles eran tus intereses, cómo viviste tu
infancia. ¿Cómo fuiste de niño?
L: Era un niño con un enorme
placer por la melancolía. Mi primera infancia se desarrolló en una casa quinta
en Villa Alemana, que estaba llena de árboles frutales, higueras, damascos,
duraznos, uvas, ciruelas, membrillos, tomates, choclos etc. Esta casa para mí
ha sido de las cosas más influyentes en mi vida, pues ella viene a mi cabeza en
cada paso que doy como una tierna añoranza que sueño con volver.Tengo que decir
que desde muy pequeño intuía de alguna forma que el arte era mi camino, Villa
Alemana, lugar donde crecí, me ayudó a nunca perder esa visión. El vivir en
provincia cerca de esteros, sauces, molinos y cerros me mantuvo cerca de mi
esencia, pues no alcanzaba a sentir con tanta violencia la presión social
generalizada de hacer dinero y tener un trabajo estable. En aquella época Villa
Alemana era muy pequeño y bastante desconectado del resto del mundo. El vivir
ahí enriquecía mi imaginación gracias su propia fauna de personajes
fascinantes. Mucha gente llamada “loca” en las calles, el famoso Miguel Ángel,
que era una especie de profeta que aseguraba ver a la Virgen en uno de los
cerros y que luego se volvió transexual, los místicos y artistas desconocidos,
magos negros que escuchaban música heavy y curiosamente en medio de todo esto
un pequeño y lindo teatro que tenía y todavía tiene el nombre fatídico de
Pompeya. Todo eso para mí fue muy inspirador. Escribí poesía en mi infancia,
con la cual gané un premio regional,
vendía dibujos en mi curso en una escuela pública a 10 pesos, así que
siempre se dejó ver, de alguna forma, una parte artística que hacía sus
primeros intentos en existir. Puedo decir que tuve una infancia muy feliz en
Villa Alemana, donde todavía tengo a unos de mis mejores amigos viviendo ahí y
donde vuelvo cada vez que puedo.
V: Cuando ya estabas en la última
etapa del colegio, o ya saliendo, ¿qué planes tenías?¿Cómo influyó tu familia
en ellos? ¿Qué decidiste hacer?
L: Yo sabía que quería hacer algo
extraordinario, o al menos intentarlo, ese era mi foco, solo que no sabía que
cosa. La ópera apareció como un planteamiento de mi hermana, una tarde en
nuestra casa y fue en ese momento que el foco apunto a una diana, intentar convertirme en cantante de ópera. A
partir de ahí todo se movió en función de eso. Mi madre me ayudó mucho presionándome
para tomar decisiones y al mismo tiempo dándome la libertad para eso. Ella ha
sido muy importante en mi camino como artista, siempre creyó en mí y me dio el
equilibrio entre soñar en grande y la ambición de trabajar duro para cumplir
dichos sueños. Así fue como al salir del colegio fue ella la que me empujó a
salir de Chile, pues tenía muy claro, que una persona como yo, no tendría mucho
futuro en una sociedad como aquella y en esa época.
V: Cuéntame un poco como surge la
idea de salir de Chile y comenzar una carrera en el extranjero.
L: La necesidad es la que empuja,
y la necesidad es relativa al tipo de hambre que tengamos. Hacer carrera como
tenor en Chile, es posible, pero yo tenía muchos problemas técnicos. Busqué en
Chile durante dos años y no encontré a la persona que pudiera ayudarme a
resolver mis problemas vocales. Así fue como decidí salir de Chile, apoyado
claro por mi familia, para encontrar a un maestro o una técnica que permitiera
sacar el máximo rendimiento a mi instrumento. Mi hermano ya estaba en España,
luchando por sus propios sueños y fue el él que acogió para intentar cumplir
los míos propios.
V: Cuándo tomas clases de canto
por primera vez, con qué maestros y cómo ves la evolución de tu trabajo vocal a
lo largo de los años?
L: Mi primera clase de canto fue
con probablemente la mejor soprano dramática de la historia de nuestro país,
Nora Lopez. Fue muy buena conmigo, y trabajar con ella era muy estimulante.
Ella tenía una forma muy instintiva y natural de entender el canto, lo cual era
difícil de comprender para mí, ya que mi instinto no funcionaba muy bien. Por
decirlo de una forma sencilla, un cantante de ópera, cualquiera que sea su
registro, necesita dos octavas como mínimo para afrontar el exigente
repertorio. Bueno, cuando yo comencé tenía media octava. Prácticamente no había
nada que pudiera cantar. Así fue como comencé un peregrinaje de más de 16 años
buscando la antigua técnica italiana, peregrinaje que me ha llevado a estudiar
con maestros en Barcelona, Madrid, Málaga, Münich, Trier, Milán, Treviso,
Viena, Berlín entre otros. Muchos de estos maestros eran cantantes y maestros
muy famosos, otros en cambio ermitaños desconocidos. Tengo que decir que este
camino está lleno de personajes muy contradictorios y es realmente muy difícil,
o al menos lo fue para mí encontrar un maestro que me ayudara.
Mi
evolución esta siempre en movimiento, los problemas de ayer no son los de hoy, pero
siempre hay problemas que resolver. Yo soy extremadamente perfeccionista, y no
me suele gustar lo que hago cuando lo escucho. Eso es algo terrible en cierta
medida, pues siempre estoy luchando conmigo mismo. Tengo que aceptar sonidos
hoy que no me gustan, ciertas notas que no vienen con la calidad que yo quiero,
pero los acepto con la esperanza de que el trabajo las hará mejor, siempre
pensando en cómo poder darles dicha calidad, siempre con la insatisfacción de
ver algo que puede ser mejor. Eso me estimula a estudiar y dar lo mejor de mi
cada día.
V: ¿Cómo te proyectas a futuro?
Qué planes tienes.
Tengo
planes por supuesto y objetivos muy concretos los cuales llevarán mucho trabajo
y tiempo. Digamos que vienen tiempos de muchos cambios, todos muy positivos.
L: Dónde podemos conocer más de
tu trabajo, escucharte cantar.
L: Como dije, no me suelo sentir
satisfecho con lo que hago, por lo tanto evito subir cosas a no ser que sea
estrictamente necesario. Por lo tanto tendría que ser en vivo y en directo, que
al final es donde mejor se puede valorar a un cantante lírico.
V: ¡Excelente! La invitación
entonces es a verte cantando en vivo, esperamos estar al tanto cuando te
presentes en nuestro país, y sin duda estaremos apoyando tu trabajo musical.
Muchas gracias por concedernos esta entrevista y mucho éxito en todo lo que
venga de ahora en adelante.
Victoria Mus
M-Gallegos Group
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